Parque Natural, Reserva de la Biosfera, Humedal de Importancia Internacional… Sus títulos bastarían para destacar la relevancia del principal humedal de Cataluña y el segundo de España tras Doñana. Pero hay que visitar el Delta del Ebro con calma para comprobar el porqué de sus credenciales y disfrutar de este paraíso ornitológico. Curiosamente, solo 7.800 de sus 32.000 hectáreas son Parque Natural. El resto lo constituyen esencialmente arrozales, por los que no dejan de aparecer aves en cualquier época del año, al igual que en sus lagunas, canales o arenales.
Decenas de miles de ejemplares, de más de 350 especies, sorprenden desde cualquier entrada: L’Ampolla, Amposta o Sant Carles de la Rápita. A la vera de estas localidades, en ligera penetración hacia el delta, surgen ambientes acuáticos por los que desfilan garzas, anátidas, gaviotas y limícolas, a los que se suman martines pescadores, jilgueros, ruiseñores y lavanderas.
Hacia la desembocadura del Ebro se completa el safari ornitológico, con trayectos largos, pero pausados, en coche y cortos, pero jugosos, a pie por la Encanyissada, La Tancada, Riet Vell, Migjorn, El Garxal, Canal Vell, Les Olles y puntas del Fangar y de la Banya.
Y es que el interés por el Delta no es solo humano. Precisamente unas de las aves más hermosas, los flamencos, han escogido asentarse en las miles de hectáreas de agua y tierra que separan el Fangar de la Punta de la Banya. Pese a que las condiciones naturales de la marisma permanecen estables desde hace años, el flamenco no empezó a mostrar interés por criar en el Delta hasta que se protegieron específicamente algunos espacios y se prohibió el paso de personas. Las restricciones han evitado que el alud de visitantes que ha recibido la zona, haya interferido en la cría de flamencos.
Los técnicos del parque han anillado en los últimos años 4.370 ejemplares de flamenco, lo que ha permitido hacerles un seguimiento siguiéndoles la pista la pista en destinos tan lejanos como por Mauritania, Senegal, Montenegro o Turquía.
Pero no sólo los flamencos habitan visitan este entorno cada año. Desde lugares remotos llegan calamones, moritos, gaviotas de Audouin, patos colorados, fochas comunes o tarros blancos.
El HotelL’Algadir del Delta siempre apostó por la ornitología y el birdwatching, dada la relevancia que tienen los parques naturales que nos rodean, el del Delta d’Ebre y el de Els Ports.
En el año 2010 el hotel se adhiere al organismo SEO-BirdLife, uno de los más importantes de Europa y con destacada relevancia en España, con el que además de una pequeña ayuda económica, suscribe un “compromiso de buenas prácticas” asegurando de esa manera un proyecto turístico compatible con la conservación de la naturaleza y de las aves del entorno.
Es en ese momento cuando SEO-BirdLife proporciona formación y asesoramiento al Hotel L’Algadir del Delta, para asegurar un turismo ornitológico responsable, de manera que cuando un cliente llegue, desde la misma recepción, se le pueda explicar dónde puede ir, qué ver, dónde buscar… y lo más importante: dónde NO PUEDE ir o qué NO DEBE hacer, impidiendo de esta manera causar posibles daños a la flora y fauna del Delta. Por ejemplo, evitando lugares donde anidan tortugas, previniendo que erosionen algún territorio sensible o espanten a las aves si van en quads.
El Hotel L’Algadir del Delta pretende favorecer un turismo ornitológico en España de manera responsable, apostando por la conservación de la naturaleza como principio fundamental y apoyando la economía de la zona y el desarrollo del ámbito rural. Y no menos importante, dando un servicio de calidad a nuestros clientes, flexibilizando horarios dadas las peculiaridades del birdwhatching, facilitándoles picnics en sus rutas o adaptando algunos muebles de sus habitaciones para botas especiales y otros enseres. Así mismo, la biblioteca del hotel está llena de literatura de la zona y un espacio colmado de guías de aves y naturaleza.
Es cada mes de Septiembre cuando tiene lugar uno de los más importantes eventos ornitológicos de Europa: el Delta Birding Festival. En el Hotel L’Algadir del Delta se alojan sus ponentes, los mejores y más prestigiosos expertos en aves del mundo.
Por todo ello, la filosofía es continuar trabajando para hacer del Delta uno de los destinos turísticos más importantes a nivel ornitológico, fomentando así mismo la conservación de nuestro entorno.